Pixie reduce la brecha digital en educación inicial con un modelo incluyente e inclusivo

 In Corporativo, Desarrollo del Talento

Pixie Minds propone estrategias para que más niñas y niños en Colombia accedan a la robótica en sus aulas, pues, tan solo seis instituciones educativas públicas cuentan con un bot.

En la era digital, y en un país en el que la apropiación de las tecnologías desató la cuarta revolución industrial, sigue latente una brecha que hace que los procesos de enseñanza aprendizaje con herramientas tipo bot sean privilegio de unos pocos.

Pixie Minds implementa metodologías para el desarrollo de las habilidades de niños, niñas y jóvenes, mediante la robótica educativa, la enseñanza de la programación, la realidad virtual y el prototipado 3D. Esto, a través del enfoque educativo STEAM (science, technology, engineering, arts, y mathematics), una propuesta para fortalecer la educación inicial con equidad, inclusiva y de calidad.

Hablar de equidad es promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos, y en todo el territorio. En ese sentido, equidad es que maestras y maestros garanticen espacios y tiempos reales para jugar dentro y fuera del aula en igualdad de condiciones con niñas y niños, con el fin de favorecer experiencias lúdicas que brinden posibilidades para imitar, imaginar, crear, transformar, explorar, manipular, ensayar, formular hipótesis, y reconocer que en el juego cada uno es diferente y eso es justamente lo que lo enriquece. (Fandiño, 2019).

Pixie Minds, desde su enfoque incluyente e inclusivo, propone estrategias para que más niñas y niños en Colombia accedan a la robótica en las aulas, pues, tan solo seis instituciones educativas públicas cuentan con un bot y la formación para que los docentes los integren a sus clases, mientras que, en el sector privado, 42 colegios ya tienen en sus prácticas el uso de bots. Poder incorporarlos o no, hace una gran diferencia.

Robótica entre las opciones extracurriculares

En Neiva, capital del departamento del Huila, los niños y las niñas encontraron otra opción para las actividades extracurriculares: Robo Kids, un club de robótica donde los participantes se relacionan con diferentes componentes de robótica mediante la lúdica y el juego. Además, realizan juegos centrados al desarrollo del pensamiento lógico, la atención dispersa, la concentración, el desarrollo computacional, y utilizan cerca de ocho herramientas físicas de diferentes componentes para programar, construir, y generar estrategias para competencias.

Jonh Ricardo Madero Cubillos, CEO de Robo Kids, es también el Director de Ingeniería Mecatrónica de la Universidad Corhuila, en la ciudad de Neiva, y STEAM Mentory Engineer for Kids. Él cuenta que, en sus inicios, el club trabajaba con niñas y niños de 7 años en adelante: “Cuando conocimos la herramienta Beebot comenzamos a trabajar con niños y niñas desde los 3 años, en un espacio abierto para su entrenamiento, donde hacen lo que ellos crean conveniente porque es un club. Contamos con un grupo de facilitadores que aportan al desarrollo académico en diferentes instituciones educativas en la ciudad de Neiva”.

Entre los resultados que destaca el docente es que observa que los niños y las niñas más inquietas han desarrollado ciertas ventajas frente a los demás, esto los ha llevado a concentrarse ya que se implementan estrategias para hacer una clase diferenciada en el mismo entorno, así cuando estos chicos realizan muy rápido las actividades les proponen otras que pueden realizar sin salirse de contexto.

Acceso en todos los niveles

Según el profesor Madero, en ocasiones: “no se cuenta con recursos suficientes para adquirir todos los equipos que uno quisiera. Por eso nació la propuesta de Robo Kids de ser apoyo para diferentes instituciones educativas que no cuentan con ese dinero o que no lo tienen presupuestado”. Robo Kids llega a las instituciones para aportar sus capacidades y con elementos propios para las clases, los desarrollos y las edades de cada uno de los niños y las niñas.

Otro docente que incorpora en sus clases herramientas como Bee Bot es Policarpio Cañari, Especialista en Educación con Nuevas Tecnologías, quien acompaña a estudiantes de preescolar y primaria del Colegio Real Royal School, en la ciudad de Barranquilla. Allí, cada niño cuenta con computador personal, en pre-escolar hacen uso de tablets en las clases de pre-kinder y de transición, y en 1º tienen computadores portátiles de última generación.

Según observa Cañari, el trabajo desde casa, debido al confinamiento por pandemia permitió que los niños y las niñas adquirieran más destrezas en el manejo de cualquier herramienta digital, por lo que significa una ganancia para los docentes ya que se puede avanzar mucho más con contenido nuevo y por ende, reprogramar toda la planeación académica en informática para los años siguientes. En el Colegio Real Royal School tienen 6 Bee Bots, y el docente observa que para el próximo año se requerirán más dispositivos para poder utilizarlos no solamente con pre-escolar, sino con los niños más grandes.

Una solución para el cierre de brechas que plantea el profesor Policarpio es acercar a la comunidad estudiantil a herramientas virtuales, y luego plantear la necesidad de adquisición de los recursos físicos: “veo indispensable tener una versión digital online de cada recurso físico para luego comprar y utilizar el material en clase. Lamentablemente, muchas de las actividades están disponibles solo para dispositivos móviles, por lo que supone un pequeño obstáculo, sobre todo si consideramos que los estudiantes trabajan mejor con un computador”.

Una sociedad inmersa en la realidad digital

 

“En la actualidad, es clara la necesidad que hay de contar con programadores y se han creado nuevos empleos relacionados con la robótica, por esto, es fundamental empezar los procesos formativos desde la primera infancia y preparar a los estudiantes para los retos del siglo XXI”. Con este planteamiento, el coordinador académico del Colegio de Cultura Popular de Bogotá, Raul Sánchez Lara, resalta la importancia de que niñas y niños cuenten con herramientas digitales. Si bien, este colegio de carácter público cuenta salas de sistemas, la cantidad de computadores es insuficiente.

Gracias a una donación, el colegio accedió a un robot con algunos accesorios, además de formación a docentes para su uso. En 2019, se adquirió un robot Bee Bot y se inició el acercamiento de niños a la robótica, esto causó impacto por lo novedoso y fácil de programar.

Para este docente existe una gran brecha entre el uso de recursos tecnológicos que acercan a niños de primera infancia a temas tan importantes como la robótica y el desarrollo del pensamiento computacional con respecto a los colegios privados: “una forma de cerrar esa brecha es dotar a las instituciones de este recurso Bee Bot, y formación para su uso a los docentes que trabajan en este nivel”.

Pixie Minds propone estrategias para que más niñas y niños en Colombia accedan a la robótica en las aulas. Sus metodologías ya se implementan en los departamentos: Cundinamarca, Antioquia, Atlántico, Norte de Santander, Cauca, Bolívar, Huila y Risaralda, donde hace presencia el robot de piso Bee-Bot, y con el que espera llegar a todos los rincones del país a través de nuevos aliados.

 

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